SALÓN DE MATEMÁTICAS Y FÍSICA EN DRESDE

Muchos profesores somos aficionados a fijarnos en aquellos aspectos matemáticos que encontramos en nuestros desplazamientos. En esos viajes nos dedicamos a lo que nuestro amigo Angel Fraile llama Turismo matemático, y más después de haber coincidido unos días con él en Mallorca y asistir a algunas de sus entretenidas charlas.

Para todos aquellos que tengan previsto un viaje y quieran recrearse con aspectos matemáticos de la cultura y el arte nada mejor que realizar una visita previa a su blog para seleccionar ubicaciones interesantes. En esta entrada voy a comentar mi visita a un museo incluido dentro de las instalaciones del Palacio Zwinger en Dresde y que considero de visita imprescindible para los aficionados a las curiosidades matemáticas. Me estoy refiriendo al Salón de Matemáticas y Física dedicado a aparatos de medida de esas dos disciplinas. La colección que forma parte de lo expuesto se comenzó a crear en 1560 por el príncipe elector Augusto de Sajonia dentro de su Camara de Artes y Curiosidades. Por ello, pueden encontrarse muchos aparatos construidos en Alemania en el siglo XVI.

Existe una gran colección de relojes muy diversos y curiosos, bolas del mundo, telescopios, espejos parabólicos, astrolabios, etc. Como sería interminable realizar un detallado estudio de lo allí expuesto, por lo que voy a seleccionar algunas piezas que me resultaron más atractivas.En primer lugar, encontré una reproducción de la máquina de Pascal, la Pascalina, que hasta ahora siempre había visto en fotos. Aunque eché de menos una reproducción de la máquina aritmética de Leibniz, de la que si había una foto, encontré otra máquina de calcular realizada en 1790 por el relojero y mecánico alemán Jakob Auch.



Dada mi afición a los juegos y los puzzles, me llamó bastante la atención dos rompecabezas que pertenecieron al matemático y filósofo alemán Tschirnhaus, colaborador de Leibniz y que se relacionó con Newton o Huygens, entre otros. Aunque es también conocido por ser el inventor de la porcelana europea. El primero es una división de la esfera con siete cortes rectos y el segundo sirve para comprobar un teorema de la geometría clásica según el cual, cualquier prisma con base triangular se puede dividir en tres pirámides triangulares de igual volumen.





Entre los aparatos de medida se encontraban varios utilizados por los artilleros. Por ejemplo, el triángulo de 1568 corresponde a un cuadrante artillero con calibre que permite calibrar hasta 180 particiones. Por la parte trasera los lados tienen escalas para plomo, hierro y piedra.





El segundo cuadrante, de 1572, tenía dos funciones, con una cara para medidas geométricas y con la otra para niveles. Se utiliza midiendo el reflejo de la plomada con forma de corazón sobre la escala. Después se multiplicaba o dividía la altura conocida del instrumento por la medida del radio obtenida.

Existían también aparatos multifunción, como el compás adjunto construido en Augsburgo en 1566 por Christoph Schissler, conocido constructor de instrumentos científicos que visitó la corte de Augusto de Sajonia para realizar muestras de su material. Los museos científicos alemanes están llenos de sus obras.

Este compas servía como reloj de sol, como regla si se extendían sus brazos o como nivel.

En la imagen izquierda se puede apreciar un reloj de sol semiesférico, construido en 1561, cuyas líneas permiten medir el tiempo de diferentes maneras: al mediodía, al amanecer, al atardecer, etc.







En la derecha aparece un astrolabio realizado en Nuremberg en 1568 que se expone desmontado en partes para ver con más precisión las mediciones de cada círculo.

Para terminar quiero incluir un curioso instrumento, realizado en Dresde en 1633 por el artesano Jacob Deuerlin y que es un aparato para cifrar mensajes.

Como comentaba al principio, el museo estaba repleto de instrumentos de medición en un estado perfecto, pues la mayoría fueron creados directamente para la colección del príncipe elector. He hecho un recorrido por los aparatos matemáticos que me han resultado interesantes, pero existen muchos más. Por eso creo que es una visita que cualquier científico realizara con gusto, por la colección en sí y por el impresionante marco arquitectónico donde está situado junto con el museo de la porcelana o una impresionante pinacoteca.

0 comentarios:

Publicar un comentario