Dentro de su colección de poemas Sobre los ángeles, publicada en 1929, se pueden encontrar muchas obras dedicadas a ángeles de todo tipo: el ángel bueno, el envidioso, el avaro, el mentiroso, el desengañado, etc. Y entre todos ellos podemos encontrar un poema dedicado al ángel de los números que es el que os mostramos hoy, por si aún no lo conocíais.
El ángel de los números
Vírgenes con escuadras
y compases, velando
las celestes pizarras.
y compases, velando
las celestes pizarras.
Y el ángel de los números,
pensativo, volando,
del 1 al 2, del 2
al 3, del 3 al 4.
Tizas frías y esponjas
rayaban y borraban
la luz de los espacios.
rayaban y borraban
la luz de los espacios.
Ni sol, luna, ni estrellas,
ni el repentino verde
del rayo y el relámpago,
ni el aire. Sólo nieblas.
ni el repentino verde
del rayo y el relámpago,
ni el aire. Sólo nieblas.
Vírgenes sin escuadras,
sin compases, llorando.
sin compases, llorando.
Y en las muertas pizarras,
el ángel de los números,
sin vida, amortajado
sobre el 1 y el 2,
sobre el 3, sobre el 4...
el ángel de los números,
sin vida, amortajado
sobre el 1 y el 2,
sobre el 3, sobre el 4...
Esta poesía la dedica Alberti a su amigo el ingeniero Eduardo Rodrigáñez, a quien le unía, entre otras, su pasión por el cine.
En el siguiente vídeo podemos escuchar un audio con el poema recitado por el propio Rafael Alberti.
Con esta nota llego a la entrada número 600 de este blog, en poco más de cinco años, espero que algunas de ellas hayan sido de interés para nuestros lectores. Un saludo.
1 comentarios:
eternamente virgen solo la mente, buscando siempre claridad (aunque prevalezca incertidumbre), o abandonandose a la irracionalidad (donde campean las tinieblas). Enorme poema que urge ser comprendido a ser posible por todos los jovenes del mundo .
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