Ya en anteriores ocasiones hemos puesto poemas de poetas más o menos conocidos, pero queríamos hoy hablar de una persona muy entrañable para nosotros como es la poetisa Gloria Fuertes (1917 - 1998). Fue una persona muy ligada al mundo infantil, que fue lo que le reportó su gran fama, colaborando en programas como Un globo, dos globos, tres globos, en la década de los 70 del pasado siglo.
Se suele englobar en la Generación del 50 y dentro del movimiento poético llamado postismo.
Gloria Fuertes dedicó varios de sus poemas a aspectos matemáticos, la mayoría de las veces dentro del mundo infantil que ella adoraba. Queremos dejar aquí uno de sus poemas llamado Números comparados.
Cuéntame un cuento de números,
háblame del dos y el tres
-del ocho que es al revés
igual que yo del derecho-.
Cuéntame tú que te han hecho
el nueve, el cinco y el cuatro
para que los quieras tanto;
anda pronto, cuéntame.
Dime ese tres que parece
los senos de cualquier foca;
dime, ¿de quién se enamora
ese tonto que es el tres?
Ese pato que es el dos,
está navegando siempre;
pero a mí me gusta el siete,
porque es un roto en la vida,
y como estoy descosida,
le digo a lo triste: Vete.
Cuéntame el cuento y muy lenta,
que aunque aborrezco el guarismo,
espero gozar lo mismo
si eres tú quien me lo cuenta.
háblame del dos y el tres
-del ocho que es al revés
igual que yo del derecho-.
Cuéntame tú que te han hecho
el nueve, el cinco y el cuatro
para que los quieras tanto;
anda pronto, cuéntame.
Dime ese tres que parece
los senos de cualquier foca;
dime, ¿de quién se enamora
ese tonto que es el tres?
Ese pato que es el dos,
está navegando siempre;
pero a mí me gusta el siete,
porque es un roto en la vida,
y como estoy descosida,
le digo a lo triste: Vete.
Cuéntame el cuento y muy lenta,
que aunque aborrezco el guarismo,
espero gozar lo mismo
si eres tú quien me lo cuenta.
Dedicó varios poemas a tablas de operaciones y otros a conceptos muy básicos de matemáticas que podían ser recitados por niños muy pequeños. Veamos un ejemplo en el poema siguiente.
El burro en la escuela
Una y uno, dos
Dos y una, seis.
El pobre burrito
Contaba al revés.
¡No se lo sabe!
-Sí me lo sé.
-¡Usted nunca estudia!
Dígame ¿por qué?
-Cuando voy a casa
no puedo estudiar;
mi amo es muy pobre,
hay que trabajar.
Trabajo en la noria
Todo el santo día.
¡No me llame burro,
profesora mía!
Dos y una, seis.
El pobre burrito
Contaba al revés.
¡No se lo sabe!
-Sí me lo sé.
-¡Usted nunca estudia!
Dígame ¿por qué?
-Cuando voy a casa
no puedo estudiar;
mi amo es muy pobre,
hay que trabajar.
Trabajo en la noria
Todo el santo día.
¡No me llame burro,
profesora mía!
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