Aprovechando el fin de semana, que siempre se tiene más tiempo para tontear por internet, localizo una curiosa noticia sobre esas investigaciones a las que se dedican los profesores de Universidad en la, al parecer, gran cantidad de tiempo libre que tienen para dedicarlo a investigar lo más insólito.
Muchas veces he defendido que hay muchas personas, especialmente aquellas que reniegan públicamente de las matemáticas, que suelen utilizar contenidos matemáticos en su vida cotidiana, y no solo números para la economía doméstica, sin darse cuenta que están utilizándolas. Esto viene al pelo de la noticia que comentaba en la que se indica que, entre otros, unos investigadores del Centro Nacional de Biotecnología, dependiente del CSIC, han descubierto que las plantas carnívoras utilizan las matemáticas para alimentarse.
Según el estudio, que he encontrado en esta noticia, la Dionaea muscipula o venus atrapamoscas calcula el número de veces que un insecto entra en contacto con unos pelos de su piel que utiliza como sensores. Una vez segura de que merece la pena gasta la energía necesaria para cerrarse sobre el apetitoso insecto que va a disolver y absolver.
En el siguiente vídeo podemos encontrar la explicación, en inglés, sobre el estudio realizado.
Conectando con el principio, mi duda es, ¿sabrán las plantas que están utilizando matemáticas o lo hacen de manera natural sin darse cuenta de ello? Creo que tengo la respuesta, pero no tengo tiempo para investigarlo.
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Muchas veces he defendido que hay muchas personas, especialmente aquellas que reniegan públicamente de las matemáticas, que suelen utilizar contenidos matemáticos en su vida cotidiana, y no solo números para la economía doméstica, sin darse cuenta que están utilizándolas. Esto viene al pelo de la noticia que comentaba en la que se indica que, entre otros, unos investigadores del Centro Nacional de Biotecnología, dependiente del CSIC, han descubierto que las plantas carnívoras utilizan las matemáticas para alimentarse.
Según el estudio, que he encontrado en esta noticia, la Dionaea muscipula o venus atrapamoscas calcula el número de veces que un insecto entra en contacto con unos pelos de su piel que utiliza como sensores. Una vez segura de que merece la pena gasta la energía necesaria para cerrarse sobre el apetitoso insecto que va a disolver y absolver.
En el siguiente vídeo podemos encontrar la explicación, en inglés, sobre el estudio realizado.
Conectando con el principio, mi duda es, ¿sabrán las plantas que están utilizando matemáticas o lo hacen de manera natural sin darse cuenta de ello? Creo que tengo la respuesta, pero no tengo tiempo para investigarlo.