Cuando en 1869 Dmitri Mendeléyev presentó su primera versión de la tabla periódica de los elementos químicos, seguramente no era consciente de la gran repercusión que tendría su creación en la sociedad, al menos la científica. Y eso, que en aquel momento, y con una gran visión de futuro, dejó huecos para los elementos que aún no se conocían y que él creía que aparecerían más adelante.
La estructura de la tabla periódica no se quedó reducida únicamente a los símbolos químicos, sino que posteriormente, sobretodo a finales del siglo pasado y especialmente en el presente, se ha tomado la misma estructura para hacer versiones de lo más variopinto.
Al menos hace ya unos 50 años, cuando yo comencé en la facultad de Matemáticas, ya corría por la universidad una versión humorística de dicha tabla. Pero es que en la actualidad, se utiliza esa estructura para multitud de aspectos. Sólo en los últimos años, en la Feria de La Ciencia de la que hablamos aquí todos los años, se han podido ver tablas periódicas de científicos o de alimentos.
El otro día, mi hijo me pasó una versión, que había encontrado en las redes sociales, en la que aparecía una adaptación a los símbolos matemáticos. Como curiosidad, la presento en esta entrada.
Pulsando sobre la imagen se agrandará.